jueves, 20 de octubre de 2011

El Ejército turco entra en Irak y exige a los kurdoiraquíes apoyo contra el PKK


Estambul, 20/oct/2011.- El Ejército turco hizo hoy una incursión en Irak con un elevado número de tropas, al tiempo que el Gobierno de Turquía exigía a las autoridades del país vecino que cooperen en la lucha contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Desde hacía varios meses se hablaba de una nueva operación militar turca transfronteriza contra las posiciones del PKK, que en los últimos meses ha acabado con la vida de un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad y una veintena de civiles, pero la gota que colmó el vaso fue el ataque más letal en casi dos décadas, perpetrado ayer, y que se saldó con la muerte de 24 militares.
Según explicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en un comunicado, la operación se inició en cinco regiones a lo largo de la frontera con Irak y en la que participan 22 batallones especiales, -con un total de más de 10.000 soldados- de acuerdo a los cálculos de los expertos de la cadena NTV.
"Con el objetivo de neutralizar a los miembros de la organización terrorista, se ha iniciado una operación dentro del país y al otro lado de la frontera -en el norte de Irak- en cinco regiones diferentes en la que participan un total de 22 batallones de las Fuerzas Especiales del Ejército y la Gendarmería, con amplio apoyo aéreo", señaló la cúpula militar.
"Los miembros de las Fuerzas Armadas turcas continuarán cumpliendo con su deber del mismo modo que sus ancestros y bajo la mirada de nuestros amados mártires, que nos encomendaron este suelo para su defensa", añade la nota.
Tras el atentado de ayer, comandos turcos de montaña ya se habían internado unos cuatro kilómetros en territorio iraquí haciendo uso de la normativa internacional sobre 'persecución en caliente', pero el movimiento de hoy es mayor.
Durante la pasada noche y todo el día de hoy, los periodistas turcos destacados en Diyarbakir -donde se encuentra la mayor base de la Fuerza Aérea en el sudeste de Turquía- informaron de que "un gran número de cazas" han despegado con destino a Irak.
De acuerdo a la agencia de noticias Firat, cercana al PKK, "zonas controladas por la guerrilla en Haftanin (norte de Irak) fueron bombardeadas por aviones turcos durante tres horas en la mañana de hoy".
De hecho, los analistas de las televisiones turcas consideran que los objetivos del Ejército turco son esta vez los campos logísticos del PKK en Haftanin, Zap y Hakurk, mientras que en la operación que se llevó a cabo en febrero de 2008 durante ocho días se centró exclusivamente en el área de Zap.
Sin embargo, los ataques del PKK continuaron hoy también dentro de Turquía, y en la provincia de Siirt dispararon un misil a un vehículo policial, hiriendo a 3 de sus ocupantes.
En la provincia de Mus, también en el sudeste, otros 3 soldados resultaron heridos debido a la explosión de una supuesta mina del PKK, mientras que un uniformado murió hoy en la provincia de Hakkari -cerca de donde se produjo el ataque de ayer- por la detonación de artefacto explosivo colocado por la organización armada.
El inicio de la gran operación se produce mientras Nechirvan Barzani, vicepresidente del iraquí Partido Democrático del Kurdistán (PDK), se encontraba en Ankara para entrevistarse con el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Barzani condenó los ataques del PKK y dijo que "este tipo de acciones dañan la hermandad kurdo-turca" y, además, anunció que su tío y presidente del Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí, Mashud Barzani, viajará pronto a Ankara por petición turca.
El tráfico diplomático se ha acelerado en los últimos días y el gobierno turco ha mantenido conversaciones con sus pares iraquíes y kurdoiraquíes, además de con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mientras que mañana se espera en Ankara al ministro de exteriores iraní, Ali Akbar Salehi
En una rueda de prensa, el primer ministro turco se negó a dar detalles sobre la operación militar en marcha pero aseguró que "dará resultado".
También dijo que los "peshmerga" -las milicias armadas kurdas de Irak- "pueden hacer muchas cosas" para apoyar la lucha contra el PKK y habló de que Turquía llevará a cabo operaciones de forma "conjunta" con Irak, algo que confirmó el gobierno iraquí en un comunicado, en el que aseguró que su país "cooperará con Turquía para evitar que se repitan los ataques terroristas".
Por otro lado, criticó duramente a los "aliados europeos" que "dan cobijo a esta gente" del PKK y se niegan a extraditar a los militantes del grupo armado a Turquía a pesar de que la UE lo considera una organización terrorista desde 2004.

Presidente Chávez: Vine a pedir por mi vida


El presidente Hugo Chávez está en La Grita, estado Táchira, para pagar una promesa ante el Santo Cristo, venerado en esa localidad. El mandatario está acompañado por varios miembros de su tren ministerial. “Aquí estamos en La Grita, agradeciéndole al Santo Cristo, que nos de progreso”, afirmó ante una multitud en la entrada de la Iglesia.
"Amo a Cristo y me entrego a los brazos de Cristo", aseguró.
Explicó que agradeció el Santo Cristo por su vida y le pidió más. "Le he pedido allí en silencio, con un compromiso de mi corazón, un compromiso de mi alma, porque en verdad mi vida, que ya no es mía, le pertenece al pueblo venezolano", agregó.
Reiteró que cuatro meses atrás fue operado de un tumor con células cancerígenas pero exámenes realizados recientemente en Cuba, denotaron que ya está recuperado. "Vine a pedir por mi vida y a asumor un compromiso con el Santo Cristo. Arranca hoy el nuevo Chávez", sentenció.
Monseñor Moronta bendijo una réplica del Santo Cristo de La Grita, hecha por un artista local, la cual será llevada al Palacio de Miraflores.
La ceremonia ransmitida en cadena nacional de radio y televisión fue oficiada por monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal. "Que el Santo Cristo bendiga al señor Presidente", expresó Moronta.
El presidente Chávez se acercó al altar para realizar una oración privada en mitad de la misa. El mandatario se arrodilló frente a la figura del Santo Cristo y rezó en silencio.
Cerca de las 10:50 am de este jueves, el Jefe de Estado arribó al país tras permanecer algunos días en Cuba. Confirmó cuando llegó que "no hay células malignas activas" en su cuerpo.

Clinton ofrece a los talibanes reanudar las negociaciones


Estados Unidos, 20/oct/2011.- En su primera visita oficial a Afganistán después del ataque de los insurgentes a la embajada norteamericana en Kabul, el mes pasado, la jefa de la diplomacia norteamericana, Hillary Clinton, ha pedido a los talibanes que se unan a las negociaciones de paz y tomen una parte activa en la toma de soberanía, que culminará con la retirada total de las tropas de Estados Unidos en 2014. La secretaria de Estado se ha negado una vez más a calificar al clan Haqqani, aliado de los talibanes y responsable del reciente ataque contra la misión diplomática de EE UU, de grupo terrorista.
Ahora que el presidente Barack Obama ha puesto fecha concreta a la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán, su gobierno está haciendo un gran esfuerzo por atraer a la mesa de negociaciones a la Quetta Shura (el órgano de gobierno de los talibanes en el exilio) y a los Haqqani. Los primeros son fuertes en el sur. Los segundos, en las provincias del este, lindantes con Pakistán. Los insurgentes tienen su base de operaciones en ese último país. Allí viajará esta noche Clinton, para seguir con su ronda de apoyo a las negociaciones.
“La reconciliación es posible. De hecho, representa la mejor esperanza de Afganistán y de toda la zona. Pero el éxito debe venir precedido de un diálogo sobre la conciliación nacional y de un esfuerzo político no sólo por parte de los afganos, sino también por parte de los vecinos de Afganistán”, dijo Clinton en una conferencia de prensa conjunta con el presidente afgano, Hamid Karzai. “Juntos, estamos aumentando la presión sobre los talibanes para dejarles con menos opciones. O bien pueden ser parte del futuro de paz de Afganistán y acabar con 30 años de guerra, o pueden enfrentarse a un ataque constante”.
Los insurgentes dinamitaron el proceso de paz el mes pasado, con diversos ataques encadenados: contra una base militar en la región de Wardak, en el que hirieron a más de 70 soldados de EE UU; contra la embajada norteamericana y el cuartel de la OTAN en Kabul, y contra el negociador de paz elegido por Karzai, el expresidente Burhanuddin Rabbani, al que asesinaron con explosivos escondidos en un turbante. En algunos de esos ataques tuvo especial protagonismo la red Haqqani, a la que el Pentágono considera enemigo número uno en Afganistán.
La diplomacia norteamericana, sin embargo, considera a los Haqqanis imprescindibles para la pacificación del país, sobre todo por su pujanza en las provincias fronterizas de Khost, Paktia y Paktika, que a día de hoy son un coladero de insurgentes desde Pakistán. Ante una pregunta al respecto, Clinton se ha limitado a citar recientes operaciones militares de la OTAN contra líderes de ese clan. “Estamos avanzando hacia un esfuerzo internacional para presionar a los Haqqani económicamente y en otros aspectos”, ha dicho, sin añadir más.
En la rueda de prensa, como en las relaciones entre el gobierno de Karzai y el de Obama, hubo un sentido de inevitabilidad al referirse a las posibles negociaciones con los talibanes: ambas administraciones dan por sentado que, en algún momento, los insurgentes van a tener que sentarse en la mesa de diálogo, a pesar de un incremento de los ataques y de las muertes de civiles en los últimos meses. El problema, para, ambas partes, es el apoyo que reciben de ciertos integrantes del gobierno de Pakistán.
“Creemos que los talibanes están controlados por miembros de la clase dirigente de Pakistán, que tienen refugio en Pakistán, que de hecho tienen su base de operaciones en Pakistán y que lanzan sus ataques desde Pakistán”, ha dicho el presidente Karzai. Clinton, en su visita a Islamabad esta noche, urgirá “a ambos países a que reanuden el diálogo”, según ha dicho. “Nuestro mensaje es claro. Vamos a seguir luchando, vamos a seguir dialogando y vamos a seguir reconstruyendo. Y Pakistán puede apoyar o entorpecer esa labor, depende de sus dirigentes, pero eso no nos impedirá crear los cimientos de un Afganistán libre de injerencias externas, de violencias y de conflictos”, ha añadido.

Los rebeldes concluyen la guerra de Libia tras la toma de Sirte y la muerte de Gadafi


RTVE.es / AGENCIAS 20.10.2011 - 15:09h
La conquista de Sirte y la posible muerte de Muamar al Gadafi, ambas confirmadas tan solo por fuentes del Consejo Nacional de Transición libio, podrían cerrar el último capítulo de una guerra que ha costado miles de vidas.
La ciudad natal del dictador y último bastión de sus leales caía en la mañana del jueves. "La ciudad de Sirte ha sido totalmente liberada, pero los combates no han terminado. Los gadafistas han huido hacia las afueras y nuestras fuerzas les persiguen", ha dicho el coronel Yunus Al Abdali, uno de los jefes militares rebeldes.
Las versiones sobre la muerte de Gadafi varían, pero lo que parece claro es que el exdictador y algunos de sus más cercanos colaboradores se escondían en la ciudad, como se había rumoreado con insistencia, lo que explicaría la fiera resistencia de sus partidarios durante semanas.
El último día de la batalla de Sirte
Al amanecer y tras reforzar sus posiciones, las fuerzas del CNT han bombardeado intensamente con fuego de mortero y artillería pesada las posiciones enemigas y, tras unas horas de combate y numerosos muertos y heridos en sus filas, han anunciado "la victoria final", según Al Yazira.
Un reportero de Reuters ha sido testigo de como las fuerzas rebeldes entraban en el Distrito Dos, el último reducto donde los gadafistas han resistido hasta este jueves.
A pesar de las muestras de júbilo de los combatientes en las calles, la prensa internacional no ha podido penetrar en las zonas donde los gadafistas resistían hasta el jueves, porque supuestamente se estaban llevando a cabo "labores de limpieza" de posibles oponentes.
El CNT había considerado la toma de esta ciudad, principal bastión gadafista junto con Bani Walid, como punto de partida para comenzar la transición hacia un sistema democrático.
En el sitio y bombardeo de Sirte, que ha durado semanas, han muerto un número indeterminado de atacantes y defensores, además de civiles. Miles de familias han huido y la ciudad, que tenía 75.000 habitantes, está en ruinas.