lunes, 23 de agosto de 2010

Giro completo


EDITORIAL Y CARICATURA EL UNIVERSO
Los voceros del Gobierno dijeron al inicio que el auge del delito era solo una falsa percepción creada por los medios de comunicación que supuestamente pretendían “desestabilizar” al Gobierno. Que en todo caso las causas de los delitos eran la pobreza, la falta de empleo y la crisis en la educación. Que por eso mismo los derechos humanos de los delincuentes, víctimas de los males de la sociedad, debían incluso anteponerse a los de sus víctimas. Y que combatir la brutalidad policial tendría que ser una prioridad oficial.
Hoy, todo está al revés. Cada semana, los voceros del régimen y de la Policía informan de una nueva estrategia para combatir el crimen, reconociendo así, en la práctica, que el auge delictivo es imparable. Aseguran también que la pobreza se redujo y que la educación mejoró, pero al mismo tiempo hay más intranquilidad social. Los familiares de los criminales, por su parte, acusan al Estado de violar los derechos humanos de sus parientes, de torturarlos e incluso de ejecutarlos en secreto. Y un reciente video demostró que si antes existía brutalidad policial contra algunos criminales, hoy esta se ejerce incluso contra inocentes.

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