EDIATORIAL Y CARICATURA EL COMERCIO
Científicos bien informados pero pesimistas como Stephen Hawking estiman que la vida del hombre en la tierra tiene un límite de 200 años.La actividad consistente y despreocupada por producir alimentos ha llevado a la deforestación, la contaminación del aire por el uso indiscriminado de energía que perfora la capa de ozono, la erosión y demás factores que producen el cambio climático.
20 millones de seres humanos desplazados es el resultado de las extensas inundaciones que azotan Paquistán y China. El Secretario General de Naciones Unidas dijo que es la mayor catástrofe de los últimos tiempos. Los muertos son 2 000 y los desplazados los últimos días en China, 50 000.
Centroamérica ha sufrido también el rigor de las inundaciones, especialmente Honduras y Guatemala severamente castigadas. Al norte, en México y al sur, en Brasil, también hay problemas.
En Bolivia y en Rusia los incendios preocupan. En el sur de nuestro continente, las heladas y en el norte del planeta las altas temperaturas han cobrado vidas humanas.
Además, las tragedias humanas que dejaron los terremotos de Haití y Chile renuevan la urgencia de estar preparados con planes de contingencia, con alertas tempranas y en las tareas de reforzar estructuras y edificaciones con urgencia en países vulnerables como el Ecuador.
Un reciente informe del Grupo de Diarios de América revela los puntos flacos y muestra la urgencia de una conciencia continental.
La próxima cumbre de Cancún debe ser un espacio esencial para dejar de jugar con fuego. Estamos liquidando la casa común. Se imponen acuerdos globales y la búsqueda de energías limpias. Hay que salvar al planeta. Está en nuestras manos.
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