FUENTE: EDITORIAL Y CARICATURA DIRAIO EL UNIVERSO
Las fuertes lluvias e inundaciones en Pakistán arrojan hasta ahora un total de 20 millones de personas damnificadas (como toda la población del Ecuador, Panamá y Uruguay juntos). Su mayor angustia es conseguir alimentos y agua no contaminada. Alrededor de 3,5 millones de niños están en peligro de contraer enfermedades mortales, incluyendo el cólera. Varios organismos internacionales han enviado ayuda, pero la población se queja de que llega con retraso.
Ante la magnitud de la tragedia y la distancia que nos separa, es poco aparentemente lo que en el aspecto material podría hacer Ecuador; pero eso no nos exime de la obligación fraterna de expresar nuestra solidaridad y preocupación por lo que acontece y, al mismo tiempo, comprometernos a seguir con el llamado de atención de la comunidad internacional por las continuas catástrofes climáticas, cuyo origen –según explican los expertos– radica en la contaminación del ambiente.
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