jueves, 2 de diciembre de 2010

Renace el espíritu navideño y solidario





REDACCIÓN Y FOTOS: Lindon Sanmartín Rodríguez
LOJA.-
Al llegar el mes de diciembre, la mayoría de hogares llega hasta el rincón de la casa, para desempolvar los adornos navideños, si los adornos que permitirán adornar un espciao especial en la casa, que durante varios días, será el más observado por los propietarios y amigos que llegan a compartir momentos de unión y solidaridad.
Es que diciembre, se conjuga un sentimiento muy importante en el ser humano, es ese espíritu navideño que nos hace sentirnos más cercanos a los demás y recuperar ese espíritu infantil que dejamos a un lado el resto del año; y, que mejor forma de hacerlo que contribuyendo al adorno de la casa junto a los más pequeños.
La decoración de navidad es una gran oportunidad de reunir a la familia, vecinos, amigos y poder decorar la casa con vuestras porpias manualidades.
Los más entusiasta para la decoración navideña son los pequeños, pues ellos en ese instante se convierten en los arquitectos de la decoración del nacimiento y principalmente del árbol, en ese instante lo que importa en confeccionar el nacimiento, que va desde la puerta principal de las casas. En muchas viviendas se coloca en la puerta una corona de Navidad con figuras de Papá Noel, bolitas de colores, campanas, lazos, ramas de pino o muérdago, una planta con hojas en forma de pico y frutos rojos que, ¡dicen!, trae buena suerte. Este primer adorno simboliza la esperanza.
Las ventanas también se visten de gala por Navidad. En ellas se suelen colgar dibujos realizados por los niños o figuras de espuma, imitando a la nieve, realizadas con plantillas, además de colgar adornos como muñecos de nieve, bolas o Papá Noeles. Adornar las ventanas es una forma de comunicar a los demás que ahí vive una familia con ilusión.
El árbol navideño:
El árbol navideño es, en muchas casas, el adorno principal. Los hay de diversos tamaños, pueden ser naturales o artificiales, y con más o menos decoración, pero todos se montan con el mismo cariño e ilusión.
Antes de empezar a decorar el árbol de Navidad es necesario elegir un lugar agradable y que tenga un enchufe cerca. Una vez escogido y estiradas todas las ramas del abeto, es el momento de decorarlo.
Primero se colocan las luces, de abajo a arriba, distribuyéndolas bien por todo el árbol. A continuación, y con la ayuda de los niños, se colocan, de forma homogénea, los adornos: ángeles, piñas, campanas, lazos, bolas, estrellas, guirnaldas, etc. Los más pesados se pondrán en la parte de dentro y los más ligeros en las puntas de las ramas.
Para terminar, se coloca el adorno más grande y pesado, una estrella, un ángel o incluso un Papá Noel, en la cima del árbol.

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