martes, 31 de agosto de 2010

Crece angustia de familiares de hondureños asesinados en México por demora


REDACCIÓN: GLOBOVISIÓN-VENEZUELA
FOTO: AGENCIA EFE

El anuncio de que los restos de 16 hondureños asesinados en México no llegarán hasta mañana a Tegucigalpa aumentó hoy la angustia de sus familiares, que esperaban en la Cancillería de Honduras.
"Dios, por qué tanto dolor, hasta cuándo vamos a esperar", expresó llorando Marleny Xiomara Suárez, esposa de Miguel Ángel Cárcamo, uno de los 16 hondureños asesinados en un rancho del estado de Tamaulipas, México, en la madrugada del pasado 22 de agosto.
Suárez tenía pocos minutos de haber llegado a la sede de la Cancillería hondureña cuando el titular de Relaciones Exteriores, Mario Canahuati, informó de que la repatriación de los cadáveres se aplazó hasta mañana por mal tiempo.
La esposa de Cárcamo y dos de sus cuatro hijos llegaron desde la aldea El Guante, municipio de Cedros -un poco más de cien kilómetros al noreste de Tegucigalpa- de donde son originarios.
Suárez dijo a Efe que regresaría hoy mismo a su lugar de origen porque dejó a los dos hijos menores en casa, y que espera que mañana a su retorno a Tegucigalpa le entreguen los restos de su marido "para llevarlo a enterrar a El Guante".
Situación similar es la de Chanel Chávez, esposa de Bryan Ariel García, otro de los 21 hondureños asesinados, de los que hasta ahora solamente han sido identificados 16.
Chávez indicó a Efe que hoy mismo regresaba a San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa, para ir a atender a su hijo Justin Joan, de apenas un mes de nacido.
"Mi esposo viajó con destino a Estados Unidos el 8 de agosto, apenas pudo disfrutar a nuestro hijo 17 días", añadió Chávez, quien relató que su bebé, al que mostraba en una foto en un teléfono móvil, nació el 22 de julio pasado.
El canciller Canahuati, compungido por el dolor de los familiares de las 16 víctimas, expresó que "lamentablemente por mal tiempo" los restos llegarán hasta mañana, hacia las 12.00 hora local (18.00 GMT).
El diplomático ofreció todo tipo de facilidades a los familiares de las víctimas, que en alrededor de un centenar se habían reunido en la Cancillería hondureña, de donde partirían hacia la Base Aérea Hernán Acosta Mejía para recibir a sus parientes fallecidos.
La llegada del avión de la Fuerza Aérea Mexicana, un Hércules C-130, según explicó Canahuati, no recibió autorización para salir hacia Honduras por lluvias.
Canahuati dijo a Efe que "el Gobierno de México tiene una gran responsabilidad de proceder con la investigación" de la matanza y "poner a disposición de la justicia a los autores de tan abominable crimen que el Gobierno y el pueblo de Honduras condenan".
"Esos criminales han traído dolor y muerte a todo un país, a muchas familias hondureñas", acotó Canahuati, quien además señaló que en México "se sabe quiénes son, se sabe dónde están y se sabe cómo operan", en alusión directa a la banda de "Los Zetas".
El abominable acto también se cobró la vida de inmigrantes salvadoreños, guatemaltecos, ecuatorianos y brasileños, según las autoridades mexicanas.

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