viernes, 13 de agosto de 2010

Cultura mundial


FUENTE: EDITORIAL Y CARICATURA DIARIO EL UNIVERSO
El público quiteño pudo apreciar estos días a dos gigantes de la música internacional, Daniel Barenboim y Philip Glass. Tristemente, Guayaquil quedó excluida de ese placer. No es la primera vez que ocurre algo así, entre otros motivos porque la carga tributaria sobre los espectáculos artísticos en nuestra ciudad es demasiado alta.
Por estos días sabemos que el Municipio de Guayaquil busca una solución, quizás asumiendo parte del costo. De conseguirlo, esa iniciativa constará en los registros de la ciudad como una de las mayores contribuciones del Cabildo. La ciudad necesita agua potable, alcantarillado, transporte público y muchos otros servicios pero necesita también crecer artística y culturalmente, lo que implica asomarse a las tendencias más recientes en el mundo.
Las nuevas generaciones quizás no lo sepan, pero Guayaquil fue durante mucho tiempo parada obligada para grandes representantes de la cultura mundial. En algún momento, por motivos que no son del caso analizar ahora, esa tradición se perdió. Es hora de recuperarla.

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