Plan vacacional

FUENTE: EDITORIAL Y CARICATURA DIARIO LA HORA
El presidente Correa se fue de vacaciones a Bélgica por 12 días y nos dejó a los ecuatorianos una serie de “deberes” como para que estemos muy entretenidos hasta su regreso. El primero de esos “deberes” es el de las cifras económicas que manejó en su informe, que son motivo de incredulidad y de extrañeza por parte de algunos analistas, y que no se ajustan a algunas de las que el Banco Central ha hecho públicas.
El segundo “deber” es el más curioso y sorprendente: la solicitud a la Asamblea Nacional de una amnistía para el ex vicepresidente Alberto Dahik. Y es que Correa fue parte de los “forajidos” que derrocaron al régimen durante el cual la llamada ‘Pichi’ Corte archivó el juicio que se seguía en contra de Dahik. ¿Por qué no hizo público su desacuerdo entonces?
Independientemente de la naturaleza del juicio que se siguió contra Dahik y de si éste cometió o no los delitos de los que se le acusa, el tema da para distraer a la opinión pública por un buen tiempo. De esta manera a nadie se le ocurrirá detenerse a cuestionar el porcentaje de desempleo manejado por Correa y su principal lastre negativo: el subempleo. ¿A quién se le ocurrirá profundizar en la inseguridad ciudadana en general o el sicariato en particular?
Por otra parte, ¿quién perderá su tiempo siguiendo de cerca la aprobación de importantes leyes, antes de las vacaciones de la Asamblea Nacional? Otra vez el presidente Correa le quiere imponer su agenda a la opinión pública y tal vez lo logre. Bien se dice que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”.