El aumento de pensiones costaría $ 216 millones

FUENTE:DIARIO EXPRESO
El Consejo Directivo del Seguro es partidario de mantener la inflación como referente para el incremento de los pagos. En los últimos 4 años, el valor mínimo creció en un 344%.
Cecilia Loya tiene 60 años y es viuda hace 21. Cada mes, el Instituto de Seguridad Social (IESS) le cancela una pensión de 140 dólares, con la que debe administrar su hogar y sobrellevar la enfermedad de uno de sus 7 hijos, quien padece retraso mental.
La madre recurrió a las labores domésticas por las que recibe entre cinco y ocho dólares diarios, pero aún así le resulta difícil pagar las cuentas.
Guadalupe Armas vive sola y padece una enfermedad en la columna que le impide trabajar. Por eso, al igual que Loya, tiene una solicitud para las autoridades: “Pedimos que nos paguen pensiones justas...no nos alcanzan para nada”, reclama. En su caso, el valor que recibe asciende a 160 dólares que destina, en su mayor parte, a la compra de medicamentos.
Ellas forman parte de los aproximadamente 270.000 jubilados del país, que están a la espera de que la Asamblea Nacional revise la fórmula de cálculo y, por lo tanto, los montos que reciben del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
El consenso es general. Tanto los pensionistas, autoridades y asambleístas concuerdan en que las pensiones jubilares resultan insuficientes. El presidente del Consejo Directivo del IESS, Ramiro González, reconoció que recién en los últimos años “se han ido revalorizando las pensiones del hambre”.
Según las cifras de la entidad, los valores mínimas subieron de 27 dólares que se pagaban en el 2007 a 120 dólares en este año. Mientras que los pagos máximos se incrementaron de 810 dólares a 1.320 dólares mensuales en el mismo período.
“En las pensiones mínimas hemos hecho un esfuerzo enorme con relación al 2007 con un incremento de 344%. Las máximas crecieron en 63%”, explicó González.
El problema será determinar en qué porcentaje se ajustarán las cifras. Una de las alternativas que se discute, propuesta por la Comisión de Derechos de los Trabajadores, es indexar el alza anual a los rendimientos que obtengan las inversiones del Seguro Social.
Carlos Villarreal, integrante del Comité de Inversiones del IESS, explicó que el rendimiento promedio actual está entre el 6.75% y el 7%. Según dijo la entidad, la cartera asciende a $ 6.800 millones, con intereses ganados por, aproximadamente, 400 millones. González no es partidario de atar los valores a las inversiones e insiste en mantener la inflación como parámetro de cálculo.
Ante la Asamblea propuso que cada año las pensiones que están por debajo de los 240 dólares se incrementen en el equivalente al 200% de la inflación; los jubilados que cobran entre 240 y 600 dólares recibirían un alza igual al 150% del índice inflacionario; y, finalmente, quienes tengan una pensión sobre los 600 dólares recibirían adicionalmente solo lo que corresponda al indicador del año precedente.
Con una condición adicional: ningún jubilado recibiría menos de 30 dólares adicionales. “Esto le da sostenibilidad al incremento”, aseguró.
González aseveró que la propuesta de la Comisión, el Estado -que cubre el 40% de las pensiones- tendría que hacer un desembolso extra de 86,6 millones de dólares. Al IESS -que financia el restante 60%- le costaría 129,9 millones. Solo en el primer año el alza representaría un egreso de 216 millones; mientras que el gasto ‘vitalicio’, como lo denominó el titular del IESS, ascendería a 2.205 millones dólares.
Los jubilados están conscientes del impacto en las finanzas del Seguro, pero también afirman que “hemos llegado a una edad crítica, caímos enfermos y el Seguro no nos da ni para la medicina”, dice Carlos Terán.